lunes, 29 de julio de 2024

La Casa del Dragón, temporada 2, episodio 7

Bueno, voy a tratar de boludear lo menos posible porque es tardísimo, y porque la serie ya boludea bastante. Queda un solo episodio para terminar esta segunda temporada y mi estúpido completismo señala que, salvo muertes de fuerza mayor, estaré reseñando inútilmente la tercera temporada, que ya está confirmada. Los donativos no son vinculantes; quizás algún día ofrezca reseñas inútiles por dinero, pero por ahora son abrazos que pueden (o no) llegar.

Hasta el episodio pasado, la cosa estaba fea para Raenita. Queda claro que por más ejércitos que tenga (y no tenía muchos) la cosa iba a terminar definiéndose por el potencial dragoneril, y ahí no tenían mucho para ofrecer. Pero un dragón escapado eligió como jinete a Vanillis, el hermano de Millis, ambos hijos de Viudis. Y eso empezó a inclinar la balanza hacia el punto de equilibrio.

La legítima heredera salió en busca de este nuevo jinete y se encontraron en la playa, como si fuera un episodio de Memorias de la costa. Ella estaba pronta para pelearse a muerte, pero Vanillis dobló la rodilla más rápido que un deportista estadounidense cuya raza haya sido históricamente aplastada por otra. "Parate, que me da vergüenza", le dijo ella. Le pidió los papeles, es decir, de dónde salía su sangre dragónica, pero Vanillis se hizo el boludo. Ella le pidió que la acompañara hacia su castillo en la isla coso. A esta altura no sé quién es el público objetivo de estas reseñas. Pero, de nuevo, soy un completista del demonio, así que aunque nadie esté sacando nada en limpio, sigo. Que lo de "inútil" no es solamente porque sean mías. Ni siquiera sé lo que estoy escribiendo, son la una y veinte de la madrugada... de un lunes.

Siguiente escena: Alicya se hizo un corte, no me pregunten en qué escena del episodio anterior. Algo de su hijo Parcheón liberándola de sus obligaciones en la mesa chica, perhaps. Cuestión que Ser Ujano (mi nuevo apodo favorito) le curó la herida, pero a lo que mataron a todos los exterminadores de ratas, el castillo no parece ser el mejor lugar para curarse. Y como no tiene mucho para hacer, le pidió (¿le pide? no busquen concordancia) a Ser Vicial que la lleve a pasear por el bosque, así de canuto.

Al mismo tiempo, o luego, a quién le importa, tengo sueño, los guardias que no pudieron contra los alborotadores de la semana pasada fueron enviados al Muro de Avenida Italia, que separa a los salvajes del norte de los civilizados del sur. Todo eso sirvió para que Lord Cojys, el Tully-do, recibiera información acerca del nuevo dragón enjineteado que anda dando vueltas por el reino.

Esa información también llega a oídos de Viudis (antes Esposis), en la otra mesa chica, y cuando le piden consejo (porque ahora es Mano) dice "Esperemos a que llegue Raenita", que es la mejor forma de lavarse las manos en una época en la que no existía el jabón. Raenita, justamente, estaba de conversa con Madame Madama, esta vez sin cachondeces, que ni un piquito tuvimos en todo el episodio. Hay más sexo en... esperen, creo que hice un chiste con El sello de hoy en algún episodio.

La semana pasada, más precisamente: "Porque si algo tiene esta serie son conversaciones en plan cola del banco, gente que llega 'en ese momento' y menos tetas que un episodio de El sello de hoy".

Cuestión que la mandamasa sigue buscando parientes en los papiros de la guía telefónica y Doble Eme le dice (este episodio es muy del "le dice", voy advirtiendo): "No busques en la corte, buscá alrededor de los burdeles, ahí tenés bastardos para tirar para arriba". O para prender fuego a destajo. "Los nobles tienen honor", le responde, o le respondió, o le responderá Raenita. "¿Ah, sí? ¿Y Parcheón? (podría ser Parcheleón pero ya es tarde) ¿Y Caegón?". "Bueno, está bien. Armemos un ejército de bastardos". Escena siguiente.

Viudis le dice dos boludeces a su hijo bastardo Vanillis. Si hasta comparten la inicial del nombre.

Mientras tanto, en Jarenjal, pasaron más cosas que las de costumbre pero no se vayan a ilusionar. Le avisan a Doctorwhomón que llegaron todos los representantes de las tierras de los ríos, o sea los funcionarríos. Gracias, son la una y media de la mañana. Encabezados por Tullyto, que quedó de capanga después de que Brujilda malcuró a su abuelo. No tengo por qué andar explicando, supongo que leyeron mi reseña inútil anterior. Este pibito dijo: "¡Bárbaro, bárbaro, bárbaro!", pero no al estilo de Cacho de la Cruz, sino que acusaba a Doctorwhomón de mandar cometer barbaridades a uno de sus lores subordinados.

"Juramos por Viseris, que designó a Raenita, así que somos tus... tus... puta madre, no me sale una palabra, y sigo dentro de las comillas así que van a pensar que lo dijo Tullyto, pero no. Somos tus fieles coso. Eso". Eso dijo Tullyto, aunque una parte la dije yo. Quizás pusieron a este pibe para que fuera el nuevo Niña Mormont, pero no le ata los cordones que tiene abajo de la suela de los zapatos. Igual gracias por el esfuerzo y por obligarme a buscar en el libro anterior a ver cómo le decía a Niña Mormont. Le decía Niña Mormont. ¡Niña Mormoooooooooont!

Recapitulemos. "Somos tus fieles coso. Eso. Pero te odian todos, por las barbaridades previamente descriptas", dijo Tullyto. "No quiero sus corazones sino sus espadas", dijo Doctorwhomón. Pero para ganarse esas espadas tuvo que cortarle la cabeza al aliadito de hace un par de semanas. Ojo, la música y la cámara y la cara de Matt Smith quisieron vendernos que para Doctorwhomón fue un gran sacrificio, cuando en realidad sabemos que es terrible sorete y que no debió moverse un solo cabello dorado de su sesera por haber cortado una cabecita a cambio de un ejército. Ni siquiera los productores diciéndolo en el mini episodio que pasan al final (y que a veces miro para entender lo que pasó) lograron vendernos eso.

Ah, y como la trama de Doctorwhomón por fin parecía moverse a la velocidad de una tortuga, tuvo otra visión para volver a la velocidad de un caracol. Esta vez fue con el peor Gorro de Viseris: Zombiseris, el de los últimos episodios de la temporada anterior, que servían para hacer chistes de leprosos. ¿Cuándo ustedes eran niños hacían chistes de leprosos? Tipo "¿Para qué lado queda la panadería?". "Siga mi dedo". Y todo así. ¿Por qué contábamos chistes de leprosos? No estoy hablando de correctitud, sino de dónde salían y por qué los leprosos eran parte de nuestro imaginario, como las arenas movedizas. O los Pitufos que cobraban vida y mataban a un niño, que una vez hace poco encontré esa leyenda urbana en un foro yanqui. ¿Cómo circulaba la información? ¿Un uruguayo que trabajaba en una parrillada de Nueva Jersey llamaba para preguntar por la familia y de paso contaba chistes de leprosos?

Esta reseña inútil va a quedar más corta que otras. No me arrepiento de nada.

La charla con Zombiseris solamente sirvió para aquellos que, como yo, se olvidaron de la primera temporada. Me duele la espalda. Son las dos menos cuarto pasadas. "Nunca quise la corona, ¿la querés vos?". Etcétera.

El pobre rey Caegón sigue oliendo a panceta y gracias a Ser Ujano da pequeñas caminatitas en su habitación. En ese momento entra Lord Cojys y ayuda a llevarlo de regreso a la camita. Quisiera terminar de escribir a las dos y ahí ponerme con los photoshops y terminar tipo dos y media... tres menos cuarto como muy tarde. Pero no paro de irme por las ramas.

Acá no entiendo qué escribí.

Viudis habla con Millis, su otro bastardo además de Vanillis.

La hija de Doctorwhomón, cuyo nombre buscaría si no fuera tan tarde, es expulsada del Ayre, y se va como loca al valle a buscar al dragón salvaje.

Alicya está en el bosque con Ser Vicial y se mete en una carpita.

Acá hay otra escena que da para más de dos renglones. El hijo grande de Raenita (a propósito, ya no tengo idea de la edad aproximada de ninguno de los personajes, me pasaba lo mismo con La Mesías, pero al menos sobre el final de la miniserie te daban algunas pistas de años) llega recaliente a quejarse con su madre de que le está dando dragones a cualquiera. "¿Qué es eso de que hay un tipo común jineteando por ahí?". De la nada me acordé que tengo que poner un cuaderno en la mesa de luz para anotar los sueños, es para un taller de poesía al que voy desde el año pasado. Ya estoy en segundo. Debe ser que se acerca la hora de dormir, en la cama o sobre el teclado.

Cuestión que su madre le dice que necesita los dragones para ganar la guerra, pero el pibe está cansado de que toda la vida se burlen de él porque tiene el pelo negro, o sea que no es puro Targaryen sino semibastardillo, pero al menos tenía un dragón para separarlo del vulgo. Si le sacan eso, ya no le queda nada.

Gracias por preguntar. Sí, puedo compartir algún texto del taller. Estos son sobre los cuatro elementos. Los subí como fotos a Instagram, digo por si encima se quejan de que ya los leyeron.

AIRE

Dos monjes pelearon
a muerte.
Uno decía que Dios estaba
en todas las cosas
el otro decía que Dios
estaba en todas partes
incluyendo el aire
entre las cosas.
Dios los vio pelear
y los vio morir
desde atrás de la puerta
el único lugar
en el que estaba.

TIERRA

De todas partes llegaban
a ver a la increíble mujer
que levitaba.
A un costado lloraban
con el convencimiento
de estar ante un milagro
al otro costado buscaban
descubrir a la charlatana.
Pero no había alambres
ni espejos inclinados
y el truco era, a su vez
un poco milagroso.
Le pedía a la Tierra
que se alejara de ella.

AGUA

El pez asomó su cabeza
se imaginó con patas
luego parado en dos de ellas
inventó la rueda
las letras y los números
consiguió trabajo
en una oficina
madrugó un lunes
perdió el ómnibus
su jefe lo insultó
delante de todos
él renunció
volvió al mar
y se imaginó ameba.

FUEGO

Un cortocircuito
comenzó el incendio.
Tenía pocos segundos
para decidir qué salvaría
de aquel apartamento.
Las llamas lo encontraron
y lo devoraron
mientras dudaba
entre las enciclopedias
sus manuscritos
las cartas de amor
el reloj de oro
su madre
la computadora portátil.

Elegí estos de los elementos porque me parece que combinaban con esa cosa de dragones, magia y misterio hay en todos ellos y el gran secreto de un jugo especial. Ya saben.

Probablemente salgan publicados en un libro... dentro de diez años. Tengo tres libros y medio prontos, creo que lo conté alguna vez en este mismo blog, o por ahí. Escribo más rápido de lo que me publican, pero con mis cifras de venta tiene todo el sentido. Quedan diez minutos para las dos y yo boludeando.

Madame Madama le dio un mensaje a uno de los capitanes del asedio a la capital, quien se lo pasó a Infiltradis, la espía que andaba de bar en bar hablando pestes de los reyes. Esta vez el dato a viralizar era que los Targaryen estaban buscando bastardos y que quien pensara que clasificaba para ello podía tomarse un barquito esa misma noche. Así que por ahí se fueron El Hombre de la Calle, después de pelearse con La Mujer del Hombre de la Calle, y un Fanfarronis que andaba por los bares diciendo que era hijo de tal o cuál.

No va a quedar tan corto, pero lo de los poemas fue medio tramposo. Algunos de ellos son más del estilo "prosa cortada", pero bueno, recién empiezo.

¿Y Alicya? Creo que después de hacer caca en el bosque llegó hasta un río o un lago, se quitó parte de la ropa (El sello de hoy) y cuando parecía que iba a internarse en el agua hasta ahogarse, solamente hizo la plancha, en una clara señal de burla de los realizadores de la serie hacia los católicos, porque mirada de arriba era como una cruz. Espero que boicoteen esta serie, así empiezo a acostarme temprano los domingos. Dos menos cinco.

En los extras que pasaron después del capítulo, uno de los involucrados dijo que cuando Alicya abre los ojos en el agua es porque ya está liberada y tomó una determinación, aunque todavía no sabemos cuál. El nivel de delirio que maneja esta gente es astronómico. Es gastronómico, porque no se lo traga nadie.

Llega todo el bastarderío hasta el castillo de Raenita y los llevan a la plataforma junto al abismo de los dragones. Antes de eso, los domadores de dragones renunciaron como forma de protesta, al considerar que los dragones son sagrados y que andar tirando veinte o treinta jinetes potenciales a ver quién vive es un poco mucho. Pero Raenita hace un discurso frente a todos ellos y luego eligen a uno para probar primero. No lo nombraron, pero lo llamaré Asimetris. Vivió diez segundos después de ser bautizado.

Pará que llegó el PDF del diario y quiero ver qué notas salen en esta edición. Heber propuso que vivir en la calle sea un delito y que las personas tengan que pagar pena de trabajo comunitario. Porque parece que vivir en la calle no es castigo suficiente. Ah, salió mi reseña de la serie animada Carol y el fin del mundo, luego la comparto. Son las dos de la mañana.

Se armó una de llamas, corridas, muertos, hasta que el primer dragón eligió a El Hombre de la Calle. Ahora entiendo por qué le daban tanto espacio desde hace varias semanas. Y el otro dragón eligió a Fanfarronis, que al final eran los únicos dos personajes que habían sido identificados.

El episodio terminó con un Tatú de la capital gritando: "El dragón, el dragón" y Parcheón que salía como pedo a perseguirlo, pero cuando lo vio llegar al castillo de Raenita pegó la vuelta. Ella ahora tiene un escuadrón de dragones y la cosa parece que va a ponerse buena. Solamente tuvieron que pasar siete episodios. Bueno, cuatro minutos después de lo pensado, me pongo a photoshopear. No pensé en nada, así que es posible que cierre en una sola imagen. Fin. Aquí debajo, los vínculos:

Temporada 1: episodios uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez.
Temporada 2: episodios uno, dos. tres, cuatro, cinco, seis.
Guía Inútil de Juego de Tronos (descarga gratuita).

Arriba a la derecha está el botón de Paypal. Ya saben lo que no tienen que hacer.

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