lunes, 24 de junio de 2024

La Casa del Dragón, temporada 2, episodio 2

 

¿Qué querés que te diga? Son las dos y media de la mañana y recién estoy empezando a escribir la reseña de un episodio que tuvo más escenas conversadas que una reunión de copropietarios. Pero me invitaron a ver el partido de Uruguay, y la verdad es que si me quedaba en casa iba a terminar viendo el partido de Uruguay, así que compré una Sprite y me fui a ver el partido de Uruguay, y cuando terminó el partido de Uruguay pedí para llevarme lo que quedaba de Sprite, porque iba a precisar un chute de azúcar si pretendía terminar de escribir la reseña sin dormirme. Uruguay ganó, pedimos unas pizzas y acá estoy, dispuesto a dormir cuatro horas como en los viejos tiempos. En aquella época terminaba tardísimo porque hacía 15 fotos trucadas por capítulo, ahora es por el partido, la semana que viene será por la cobertura de las elecciones internas (no solamente por los resultados, que seguramente Canal 4 dará el viernes de mañana luego de modificar el reloj de su pantalla para que parezca domingo de noche). En fin, este párrafo está quedando larguísimo y solamente puedo pensar en el señor pintado de bandera de Uruguay con su cabeza haciendo de sol y cómo un amigo me escribió durante el partido para decirme que parecía un pene con hepatitis. Pasemos al párrafo dos.

La primera temporada de La Casa del Dragón tuvo de todo. Tanto, que no me acuerdo del nombre del 75% de los personajes y de las relaciones filiales del 85%. Lo bueno es que como están todos casados entre ellos, las chances de que dos personajes tomados al azar sean hermanos es del 34%, que sean progenitor e hijo un 27% y que se tengan ganas el restante 48%. No, a esta hora las sumas no dan 100%. Necesito dormir y no me dejan. Pensar que estoy escribiendo esto porque un amigo me dijo que su madre lee estas reseñas religiosamente el lunes de mañana. No fue el mismo amigo que me hizo el comentario del pene con hepatitis, pero sí fue el amigo que me permitió llevarme lo que quedaba de Sprite. Un acto ratonísimo incluso para mí, y para peor la Sprite está en la heladera y la heladera está lejísimo y solamente quiero terminar este texto así que no estoy yendo a buscar Sprite. Pasemos al párrafo tres.

No, lo que me duele el cuello no tiene nombre. Bueno, supongo que el nombre es contractura, pero algo más. Contracturaza. Contracturón. Los fríos, como los de estos días, hacen que estruje mi cuerpo cuando camino contra el viento, o cuando miro la tele en el living helado, que dicho sea de paso será el mismo living que reciba a mis amigos el próximo jueves para el siguiente partido de Uruguay. Debería dejar prendido el aire acondicionado desde hoy mismo. ¿En qué estábamos? Ah, el episodio de La Casa del Dragón. Y el cuello. El dolor del cuello. Supongo que hay algo psicológico ahí, de cómo me cargo tantas historias ajenas sobre la espalda, como una mochila. O, justo este domingo, cómo anduve de aquí para allá cargando la computadora en la mochila, porque sabía que iba a tener que escribir esta reseña tardísimo, y sabía que la casa de mi amigo queda bien cerca de mi segunda casa, así que lo mejor era no perder el tiempo y hacerla aquí. Espero entenderme la letra. Vi el episodio tirado en una cama y pocas cosas me han costado más en la vida que levantarme después de terminar de verlo. No daba para escribir en la cama, porque al menos pienso hacer un montaje fotográfico y necesito un mouse y una superficie suficientemente larga como para apoyarlo y deslizarlo. No haré chiste de "como la mía" porque ya es tarde y tengo que comentar el episodio. Pasemos al párrafo cuatro. Esperen que primero grabo el archivo de Word. Listo.

"Hijo por hijo y diente por diente". Así se podría haber llamado esta serie de HBO, pero George R.R. Martin tiene permiso de ponerle el título que se le cante la barba. Vayamos a resumir lo importante: había un rey que se iba desarmando de a poquito, tenía un hermano medio jodido, y antes de morirse declaró heredera a su hija, algo poco común en ese mundo tan fantástico y a la vez tan misógino como el real. Cuestión que la mejor amiga de esa hija se terminó casando en segundas nupcias con el monarca leprosín y claro, quiso que su ADN estuviera en el trono así que torció las últimas palabras del difunto y declaró a su propio hijo, menor que ella (no pregunten las edades de un solo personaje de la serie, por favor) como sucesor al trono. Las dos mitades de la familia empezaron las picas, uno que perdió un ojo, ese mismo montado en su dragón se manducó al hijo de la heredera y en el episodio pasado el marido de la heredera (que además es su tío, espero que me estén siguiendo) hizo matar al nieto de la amiga, hijo de dos hijos de ella, heredero del sucesor. Por eso lo de hijo por hijo, diente por diente. Pasemos al párrafo cinco. No te me pongas al brinco.

¿Y el aguinaldo? No te distraigas, Ignacio. Que el castillo se despertó con terrible zafarrancho por la muerte del hijo del rey, bien pequeñito él, al que dos bribones tras las venganza perdida lo separaron de su pequeña capochita a fuerza de serruchazos oxidados. Si es que el efecto de sonido fue horripilante. Y por ahí andaba el rey, que es una especie de Gerard Way pero rubio, ahora más que nunca con motivos para ser un emo rubio y poner una banda llamada My Alchemical Romance o algo así. Estaba como loco, y con razón. Esperen, que la Sprite de este vaso ya ni fuerza tiene, y la que quede en la botella ya ni fuerza va a tener mañana, así que más vale ir hasta la cocina, tirar lo poco que queda en el vaso, y servirme más de esa botella de 2,25 litros. Esperen. Grabo. Se me escapó un pedo mientras cerraba la heladera. Pagaría 200 pesos por un alfajor si se materializara en este momento, pero es cierto que en cualquier momento sacan alfajores para consumidores de alguna droga fuerte a 200 pesos, así que no tiene mucho mérito. Pero cómo disfrutaría de morder un cacho de chocolate y dulce de leche y coso. La tela del pantalón hizo que el gas terminara de escaparse cuando ya estaba de nuevo sentado escribiendo estas líneas. Pasemos al párrafo seis. Te 6, te 6, te 6... yo no buscaba a nadie y te 6 (recordando un tuit mío de hace catorce años que acabo de retuitear). Fíjense si no me creen.

Cuestión que la reina madre conversaba con su propio padre, que fue Mano (asesor estrella) del rey anterior y todavía lo es del actual. Ella, triste porque pensaba regalarle un sombrero a su nieto para el cumpleaños, pero él entusiasmado porque dice el refrán que de las peores ocasiones surgirán los mejores momentos, o alguna otra boludez que seguro alguien está imprimiendo en este momento en un delantal de cocina para vender el Día del Padre. La Mano del rey dijo que algo bueno podría salir de todo esto, y cuando se reunió la mesa chica (el concejito) del rey llorante, le recomendó echarle toda la culpa a su rival, la otra reina en disputa, su media hermana o medio hermana, pero jodida al 100%. El plan era sencillo y consistía en pasear el cuerpito del pobre botija descapochado por toda la ciudá, con un carrito atrás que llevara a su madre y a su abuela. Así, la gente finalmente se daría cuenta de que la reina trucha era, además de trucha, sanguinaria y coso. Por suerte en ese momento entró el cizañero del reino a contarles que encontraron a uno de los dos descapochadores, así que pudieron atar las partecitas del pobre finado y pasearlo. No sin dificultades, porque la costura no era la mejor, así que parecía un bobblehead. Foto y paso de párrafo.

Si esto fuera Juego de Tronos la procesión del miti-miti quedaría para el episodio siguiente, pero acá no te pueden distraer con conversaciones apasionantes o personajes complejos de los que recordás sus nombres, así que al toque tuvimos la escena del funeral. "¡Vean lo que le hizo la hija de puta de la reina trucha!", gritaba uno que iba adelante del werdra (jonca en inglés). Son las tres de la mañana, mecagoentó. Hubo un momento en el que el carro fúnebre quedó trancado en un pozo de la ciudad y juro por lo que más quiero (un manojo de personas, mi colección de libros) que pensé que con el trancazo iba a salir la cabeza del gurí volando por los aires. Pero si apenas aprovecharon el embotellamiento los pobres de la ciudad, que son todos los no nombrados hasta ahora, para acercarse a las reinas y pedirles plata y desear que una maldición recayera sobre la otra reina, la trucha, la asesina de pibitos. ¿Vamos al capítulo ocho? La cabeza del heredero te abrocho.

Hubo un momento gracioso, cómo no, si seguís escribiendo en esa postura Ignacio mañana más que contracturada la espalda vas a ser un bloque de mármol. ¿Y qué querés que haga, si me tiro para atrás me quedo dormido? Bajá los hombros, por lo menos. Bueno. El momento gracioso fue cuando entró el cizañero a la celda del asesino, puso arriba de una mesa los instrumentos de tortura y el cizañero batió todo. Que básicamente consistía en decir que el tío y marido de la reina trucha, que son la misma persona, los había mandado matar al hermano del rey, que fue el que en la temporada anterior mató al hijo de la reina trucha (hijo por hijo, diente por diente). Si no podían matarlo, que conquistaran Asia y Oceanía, y si no que destruyeran al ejército de la derecha. Son muy jóvenes para entender la referencia. También dijo que había tenido como cómplice a uno de los exterminadores de ratas del palacio. Y cuando pensó que ya no lo iban a torturar, llegó el padre del miti-miti y arrancó la venganzetta. Pasemos al nueve. Si no he contado mal. No voy a contar de nuevo.

Del otro lado de la guerra... Resumiendo, el conflicto entre potenciales reyes tiene a la ciudad capital sitiada por la trucha y los suchos. Creo, a esta altura desconfío hasta de mi memoria. En realidad, a cualquier hora del día desconfío de mi memoria. Del otro lado de la guerra, los truchos están reagrupados y la reina se entera de lo ocurrido. Y sus asesores concluyen, al igual que los otros, que es un desastre de marketing peor que cuando Coca-Cola sacó la New Coke. Todos alrededor de su mesa chica están con cara de dragoncitos mojados, excepto su marío (marido/tío), así que ella se da cuenta de que es el responsable de todo. Además de que ya era muy "voy y mando decapitar a un nenito chico". Toso. Tengo tos hace tres días. Fui al teatro, antes del partido, con una caramañola cantimplora cosa, por si me venía esa comezón asesina en la garganta y así fue. Y el agua embotellada (¿encaramañolada?) me salvó de un mal momento, aunque igual se me cayeron un par de lágrimas y si me vieron quizás pensaron que era por la obra, que no estaba mal. Marío y espobrina se sicopatearon un rato, y ella empezó a sacar trapitos al sol de la primera temporada. Paso de párrafo para que no quede muy largo, como si eso tuviera sentido.

Ella empezó a sacar trapitos al sol de la primera temporada y sinceramente yo ya estaba medio dormido, anotando todo lo que me resultara potencialmente gracioso (dos boludeces) como para entender qué se quisieron decir. Ahora, a las Pi de la mañana, supongo que tenía que ver con que el rey desarmable no confiaba en él, por eso la había designado a ella como heredera, que él siempre piensa en él y nunca en el resto de la familia, personaje presente en todas las familias, dentro y fuera de HBO. La respuesta del marío fue un "mala mía" grande como una casa. Del dragón. Luego llegó una hija de él, de cuya existencia ni recordaba, cuya madre supongo que tuvo arco en la primera temporada pero si pienso fuerte me duele la cabeza, aunque eso también debe ser por la contractura. La reinucha (reina trucha) le pidió algo, pero no volvió a aparecer salvo en otra escena con otro personaje intrascendente, así que ignoraremos esa conversación, utilizando más caracteres que si la hubiéramos transcripto. Al once, culito de bronce.

Sucesión de postales chotas. El marío se va en dragón. El rey doliente se cruza con su hermeja (hermana y pareja) y no se dan corte, seguramente debido al corte en el cuello del hijo de ambos. El caballero que le hace el service a la reina madre ve cómo desarman el cuartito del niño muerto. La reinucha juega con dos niños, que podrían ser sus hijos, sus sobrinos, sus nietos o quizás todas las anteriores. La reina madre se desbola y toma un baño, haciendo la famosa hundidita pero con la cámara demasiado pudorosa como para mostrarle las partes. Y acá es que viene la trama más ridícula del episodio, en donde por fin agradecemos que los personajes vengan todos con el poder de la teletransportación, como en las últimas dos temporadas de Juego de Tronos, porque si esto hubiera llevado tres episodios había que agarrar a los guionistas y pasearlos como bobbleheads por todo el reino. Fin del párrafo.

Comienzo del siguiente párrafo. Parece que había un par de hermanos caballeros gemelos, que uno se fue con la reinucha y otro se quedó con el rey de acá. Nos lo recordó el príviusli. Y al mecánico de la reina madre no se le ocurrió mejor idea que mandarlo al castillo de la reinucha a matarla, sin otro plan que hacerse pasar por su hermano caballero gemelo. "¿Y si me cruzo con mi hermano?". "Vos arreglate, salen diez telenovelas por año con gemelos malvados que toman el lugar de los gemelos buenos y nadie dice nada". Estoy payafraseando (parafraseando payasadas). Luego un baile sensual con senos de actrices que no están en condiciones de decirle a HBO que quieren un contrato en el que no tengan que mostrar los senos, y el hermano del rey abrazado a una dama de compañía dijo cosas. En pito, pero oculto, que es lo mismo que nada.

Hablando del príviusli, un tipo que en el episodio anterior... Perdón, hubo cambio de párrafo y no avisé. Espero que se hayan dado cuenta por el renglón por medio. Son las tres e ídem de la mañana. En el episodio anterior un tipo le fue a pedir al rey que achicara el costo del Estado o alguna otra frase similar, porque debido al bloqueo estaba peluda la cosa. No voy a decir "como la mía" porque realmente no corresponde, aunque no he comparado lo suficiente como para saber en qué parte del espectro de vellosidad-de-las-nuestras me encuentro. Pero tengo pies de hobbit, así que podría ser. ¿Dónde esto? Me perdí en estos apuntes. Voy a tomar un poco más de Sprite. Encima voy a dormir cuatro horas y me voy a levantar en el medio a mear with the hairy one. Acá está. La parte de los apuntes, digo. No piensen mal. El tipo tiene una hija enferma, poca cosa más. Pero seguramente volverá en el siguiente. También aparecieron dos hermanos que se saludaron. Juro que la mitad de las escenas del episodio podrían resumirse al estilo tiranos temblad: "Un hombre tiene a su hija enferma. Dos hermanos se dieron un abrazo. Una pareja conversó en la cama sobre el poder. Una reina trucha habló con la mujer que le dio datos a su marío para entrar al castillo y matar a un pibe". Y todo así. Pasemos al párrafo catorce.

Esta pobre que se hizo de abajo como una escultura 3D era medio novia del marío, después le prendieron fuego el local y ahora le pide a la reinucha que le dé la libertad, que su marío se lo prometió. Ella le dice que sí. En breve volvemos con ella, porque hay que viajar sin pasaporte hacia la ciudad capital, donde ahorcaron a todos los exterminadores de ratas que encontraron, con la esperanza de que eso incluyera al que ayudó a matar al niño. Spoiler alert: no lo lograron. Spoiler alert 2: sí lo lograron, qué sé yo, estoy re loco. Y la Mano del rey se re chupó porque eso les hizo perder puntos en la guerra psicológica y cómo me duele la espalda. No, eso no va. El rey se chupó con la Mano del rey y dijo: "No servís para nada, este pensó un plan digno de una película de Lindsay Lohan cuando todavía no se drogaba". A la Mano del rey le pareció una boludez el plan, así que el rey le pidió la renuncia. "Entrega tu pin y tu arma", le dijo, como en las películas policiales. Y así, la Lengua de la reina madre se convirtió también en la Mano del rey. Supongo que al pin le pondrá un imancito para poder llevarlo sobre la armadura. Y abajo, el arma dura. Ignacio, te ponés ordinario después de las tres y media de la mañana.

Volvemos a la ciudad de los truchos, donde vemos llegar en barquito, tranqui, al gemelo malvado. Bah, malvado para el otro y viceversa. Al gemelo agente secreto. ¿Cómo llegó hasta ahí? A nadie le importa. Lo importante es que al bajarse del barco y encarar para el castillo de la reina trucha se cruzó con la mujer que le dio datos al marío para entrar al castillo (el otro castillo) y matar al pibe, que venía de ver al gemelo bueno. Bah, bueno para sí mismo. Así que pide para volver a avisar lo que está ocurriendo. Sabemos que avisa, pero no lo vemos en cámara. Mientras tanto, el malo llega mediante engaños, la mayoría de ellos visuales, a la recámara de la reina trucha. Saca la espada, tengo frío en las piernas, podría levantarme los calentadores pero tengo sueño como para hacerlo. Saca la espada, le pide perdón a la señora por lo que está a punto de hacer, y se acerca con la lentitud suficiente como para que su hermano llegue hasta ahí, saque su propia espada y comiencen un duelo digno de El teatro de Darío Vittori o de una comedia ochentera. Si hasta incluyó un momento en el que alguien dice: "¿Cuál es cuál?". No agregaron un cuac de fondo porque el sonidista tenía dignidad.

Uno de los dos triunfa. ¡Pero no sabemos cuál! Se acerca a la reina... Se acerca... Le pide perdón... y se seppukea cayendo sobre su propia espada gigante. Su Espadol. Para el final del episodio quedan un par de boludeces más. La ex Mano habla con su hija, la reina madre (a esta altura deberías saberlo, no tengo que andar aclarando todo) sobre lo que hará ahora que se quedó sin laburo. Ella está tranqui porque sabe que la nueva Mano sabe perfectamente dónde está su punto G. Sí, su GRATITUD. Su hijo llora, su hijo el rey, claro, pero no me acuerdo en qué circunstancias. Y finalmente ella se encuentra con la Mano del Rey y lengua personal, a quien le da un par de cachetaditas que solamente podían provocar cachondez. Él termina metiéndole ambos cargos por debajo de la ropa mientras llegan los créditos, se pone la pantalla en negro y uno se ve reflejado en el televisor, con cara de "podrían haber mostrado un poco más de la escena pero no me voy a andar tocando a esta hora, que todavía tengo que escribir el episodio".

Se va la murga. Vieron que no puse los nombres de ninguno de los personajes. Arrancó de casualidá y después dije "total, mañana ni me voy a acordar". Acá abajo solía pegar el link al libro gratuito y el botón de donaciones, pero es como pegar un botón de "Quiero la paz mundial". Si les interesa alguna de esas dos cosas, pueden buscarlas en alguna de las entradas anteriores. Salú.

1 comentario:

ValeriaC dijo...

Problemas en el bunker de Heredarien