lunes, 1 de noviembre de 2010

El abuelo Mario



Pasó un tiempito desde la última vez que estuve por acá. Anduve con mucho trabajo y fueron meses bastante movidos en lo que respecta a la salud familiar. Los detalles son lo de menos, simplemente sepan que este post es un sencillísimo homenaje a mi abuelo, quien era un sencillísimo ser humano.

Hace un tiempo, no recuerdo cuántos meses, escribí un cuento sobre él (ya lo había nombrado como el "Súper Mario" en un cuentontito, años atrás. Al terminarlo me di cuenta de que no era gracioso sino demasiado melancólico, y por eso decidí dejarlo a un costado de Temporada de Pathos. No es que no haya melancolía, pero me pareció que esto era demasiado.

El lunes pasado se tomó el viaje, y es de verdad lo que puse en Twitter de que si no existe el cielo de los dibujitos, ese con nubes esponjosas con arpas y angelitos, debería decretarse su construcción aunque sea para él. Y me acordé de esta historia, en la que también está mi abuela -que se fue antes que él- y que quería compartir porque... Porque para eso escribo, supongo. Para compartirlo. Chau.

Álbum de recuerdos

Le pregunté en broma si había perdido la cuenta de la cantidad de años que cumplía. Sonrió y me dijo que no, que ochenta y siete.

Si se quedaba quieto no los representaba; la evidencia aparecía en su lentísimo desplazamiento y en la voz, que se había puesto más finita, como si sus cuerdas vocales se hubieran agotado aún más que sus músculos.

Lo usual en las visitas era quedarse una media hora, para no abarrotar la casa y permitir que otros parientes pasaran a saludar, así que nos acomodamos en unas sillas que el propio abuelo arrimó -y eso que le insistimos que no lo hiciera-.

Él volvió a su sillón, ubicado estratégicamente debajo del aire acondicionado y al lado de mi abuela, quien sólo rompía el silencio para hacer comentarios que no exigían conocimientos de actualidad.

La conversación derivó en no sé qué nota del diario en donde había salido mi foto. Orgulloso como pocos, el abuelo dio muchos pasitos hasta su escritorio y volvió con una carpeta. Dentro había muchos recortes que hablaban de mis libros o de alguna de mis otras actividades.

Verlo contemplar aquellos cuadraditos de papel me recordó la época en que yo coleccionaba álbumes de figuritas. El placer más grande de mi niñez era llenar un álbum, cosa que lograba -mirá qué curioso- con la ayuda de mi abuela, por entonces veinte años más joven, que me compraba las difíciles en el centro.

Ahí me di cuenta de que el abuelo no iba a llenar el álbum de mis recuerdos, porque seguramente las figuritas siguieran saliendo por un buen rato depués de que él no estuviera. Eso me puso triste porque seguro él lo sabe, y contento porque en ese momento supe que mi abuelo no es un completista, sino un tipo que se divierte con el simple hecho de juntar figuritas.

* * * * *

29 comentarios:

Fede dijo...

Nacho, lamento mucho lo de tu abuelo. Yo también tengo un abuelo Mario, pero él aún sigue en pie por suerte. Pero sé que no va a estar dentro de algunos años y siento un poco de esa melancolía de la que hablás, porque con mi abuelo Mario pasé muy buenos momentos. Cabe destacar que cuando yo vivía en el campo y estando en la mitad de mis estudios escolares les dije a mis padres que me quería ir a la ciudad (Paysandú) y fué ahí cuando me fuí a vivir con ellos, con mis abuelos.
A diferencia del tuyo, el mío es un poeta del litoral bastante conocido por aquellas tierras y tanto él como yo somos, o capaz fuimos, de esos que en una carpeta o más juntabamos cosas. Yo tenía varias cosas de él y él un par de cuentos míos de la escuela. Y nada...fueron muy buenas épocas. Épocas de cuentos, de litoral, de barcazas y esas cosas. Pienso y me entra la RE melancolía. La misma sensación que vos supongo. Lo mejor de todo es que esa melancolía no viene de la nada. Viene de él, del abuelo. Y aún así uno sonríe a pesar de todo. Abrazos!

Fatima Rodriguez dijo...

Muy lindo!!
Yo perdí a mi abuelo hace poco también y esta entrada de blog me emocionó.
No hay nada más lindo que saber que tu abuelo está orgulloso de vos.

Saludos nacho, lei un par de tus libros y estan muy buenos, ya me compraré el último.

Unknown dijo...

lamento mucho lo de tu abuelo la vewrdad q yo conoci muy poco alos mios pq murieron cuando yo era niña aun, pero creo q serian tal cual super mario, o por lo menos eso me gustaria q hubieran sido... bsos desde la distancia

enoferta dijo...

yo también tuve un abuelo Mario que me compraba unas gallinas como de cartón... les tirabas de una cuerda y cacareaban con ruido de espuma plast.
fue el hombre que me enseñó a andar a caballo y me sorprendió con un potrillo negro un día de reyes.
creo que era el hombre más guapo del mundo.

superelo dijo...

Lindo lindísimo.

Gabriel Garcia Sagario dijo...

pah que lindo recuerdo. me hiciste mojar el teclado. me acuerdo de mis abuelos también. los mejores recuerdos de la vida.

Federico dijo...

una sellada!

a mí también me entró algo en el ojo.

María Elena dijo...

Precioso relato. Los abuelos son nuestros "maestros del mundo" cuando somos niños, y nuestros "ídolos" del mundo cuando llegamos a adultos.

Blondiepower dijo...

Un gusto volver por acá.

KualquierCosario dijo...

Qué dificil no leer estas historias y hacerlas propias, propias porque ineludiblemente la muerte de "otros abuelos" nos trae a la mente el viaje de los propios.

Pero así es la vida, disfrutemos que podemos hablar del fallecimiento de nuestros abuelos y no que algun abuelo deba hablar del fallecimiento de alguno de los que le sucedieron (o debieron sucederle al menos)

La vida es así, solo hay que aprender a recordar con alegría los buenos momentos que pasaron y no preocuparse tanto de los que ya no vendrán (en definitiva, no nos queda otra)

Abrazos
kualquiercosario (.blogspot.com)

Porqué escribo? dijo...

Vamo arriba Nacho!
Yo los perdí cuando era chico, y no sabés cuanto me gustaría haberlos tenido para contarles tantas cosas...
El cuento está lindísimo boludo, estas cosas también tenés que publicarlas....

felpa dijo...

Gracias.

nigatosnilimones dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sh dijo...

fuerza Nacho

Vidiella dijo...

Arriba Nacho.

Ese álbum seguilo vos (con o sin recortes) y mostrale a tus nietos el álbum del abuelo.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Fuerza Nacho.
P.D: Feliz cumple =D .

MaZe

Ann dijo...

Sentarse a escuchar las experiencias de los abuelitos y compartir sus experiencias es, definitivamente, una de las más tiernas maneras de invertir nuestro tiempo, vrd?
Siento mucho lo de tu abuelito.
Pero! Tb creo que el 'juntar figuritas' debe continuar!
Tengo el afiche de 'De pie 3' para agregarle :)
A propósito: estuvo (y estuviste) genial! ;)

ByTito dijo...

sencillo

Lily dijo...

Nacho que lindo homenaje que tuvo el Marito en tus palabras y en tu cuento. La verdad que fue un hombre muy especial y la palabra sencillo le queda perfecta. Me quedo con la alegría de haberlo conocido la fortuna de que nuestros caminos coincidieran Como se extraña Beso grande sos un crack me encanta la foto ...la tia lily

Fefi dijo...

Triste y hermosa entrada.

Pasando a saludar.

Bye.

Diego::DAF dijo...

hermoso lo que ha compartido señor.

Muchas Gracias!

Unknown dijo...

solo quería decir

GRACIAS

GordoPua dijo...

Que bueno es que hayas podido ver el orgullo que causaste en tu abuelo, con albúm de recortes y todo. Emociona. Saludos

Unknown dijo...

Que lindo! cuanto amor... me hizo pensar en mi abuelo.. cuanto amor.

dimension aurea dijo...

Hermoso cuento!

Patty dijo...

Hacía mucho que no pasaba. Hermoso homenaje, Nacho.

diego dijo...

la verdad loco, me emociono y me hizo acordar de mis abuelos que hace varios años que no los tengo, te mando un gran abrazo

Natalia dijo...

Nacho me emocionaste de verdad, hace casi dos meses que se marchó mi abuela, la última que me quedaba... más allá de la melaconlía que me genera, también me invade la felicidad de haber compartido miles de cosas con ellos, de haberlos disfrutado mucho, como niña y como mujer. Salutes!!!