De una semana para la otra hay que acostumbrarse a las caras nuevas. Así son las cosas y es mejor no encariñarse, porque tarde o temprano se van a ir. Pero basta de hablar de los jugadores de Defensor Sporting al comienzo del Torneo Clausura, que ni George R.R. Martin elimina tan rápido a los personajes queridos. Estamos acá para comentar en la forma más inútil posible el sexto episodio de La Casa del Dragón, para leer el lunes temprano, después de que millones de tuiteros hayan hecho más y mejores chistes, más y mejores Photoshops. Me estoy dando para atrás, eso quiere decir que no estoy lo suficientemente borracho de sueño. Cuando me mamo de sueño me doy para adelante.
La noche del domingo tuvo tres partos: el primero fue ganarle a Cerrito, pero debo dejar de hablar de eso. El segundo fue al comienzo del episodio, con una rubia dando a luz, que pronto descubrimos que era la princesa Heredarien. La serie, que desperdicia una presentación larguísima mostrando unos chorretes de sangre en lugar de ubicarnos geográficamente (sí, son menos lugares, MEJOR), tampoco avisa de cuánto es el saltito temporal en el arranque, así que tenemos que andar sacando cuentas. Eso sí, después el guion empezó con: "...se cumplen DIEZ AÑOS de...", "¿te acordás hace DIEZ AÑOS cuando...?" y otras frases similares. Pero al principio la calculadora mental solamente decía que habían pasado al menos nueve meses desde el casorio de Heredarien con Heredarion. Después resultó que tenía dos pibes más, y que pasaron DIEZ AÑOS desde los eventos del episodio anterior.
Al igual que el primer parto, este fue feliz. Pero Heredarien no había terminado el proceso cuando llegó la orden de la reina Aliciente de que le llevaran al recién nacido. Esto le puso los pelos de punta, porque cualquiera que haya leído un cuento de hadas sabe que la segunda esposa del rey es una guacha que odia a todos y especialmente a su hijastra. Así que llevó ella misma al recién nacido, dejando tras de ella un rastro como una babosa carmesí.
Más que cualquier parto, lo que asustó este domingo fue ver al rey Viseris. Parece que entre semana le ofrecieron beber agua del Santo Grial y eligió uno que no era. Acordate, Viseris, no es una copa digna del rey de reyes, sino la copa de un carpintero (ver imagen). Su esposa, la madrastra, mostró su perrez revisando al bebé para ver si tenía cabellos dorados de Garcarien o si eran del color de Ser Manito, el hijo de la Mano del rey (desde hace DIEZ AÑOS) y Comandante de la Guardia del Castillo. Casualmente, los tres hijos de Heredarien son de cabello morocho como el de Ser Manito. Pero, ¿quién pensaría que en la primera temporada de una serie basada en libros de George R.R. Martin podría haber un temita del color del pelo de unos niños desencadenando sospechas sobre su paternidad? Exacto, a nadie. Ah, el bebé se llama igual que el colorado descarado (porque lo dejaron sin cara), amante de Heredarion.
En estos DIEZ AÑOS el castillo se llenó de pibes, porque la madrastra ya había arrancado con los suyos incluso antes del quinto episodio. Así que hay tres rubios hermanos de Heredarien más tres morochos que vendrían a ser sus sobrinos. Y el mayor de Heredarien, que a su vez es Heredarien (mal que le pese a la reina) ya está aprendiendo cómo entrenar a su dragón. Acá iría un fotomontaje de cuarta que solamente serviría para dormir media hora menos. A propósito, cuando armé todas las reseñas en forma de la Guía Inútil de Juego de Tronos, dejé algunos Photoshops. Borré un montón. Pero otros tantos están ahí, para quien quiera seguir castigándose con la serie anterior, que empezó (justamente) hace más de DIEZ AÑOS.
Los nenes (bueno, hay uno que ya no es tan nene) se bardean entre ellos, se regalan chanchos con más impunidad que El Show del Mediodía y tratan de que recordemos sus caras aunque seguramente el domingo que viene uno de ellos esté jugando en Lanús y ya no volvamos a disfrutarlo. Perdón, se me cruzaron los cables de nuevo.
Aliciente le estaba comienzo la oreja a Viseris respecto de la paternidad de sus nietos. Quizás literalmente, porque a Viseris ya parece que le hubieran mordisqueado hasta las orejas. Pero el rey, que por un lado es zorro y por el otro es un jenga de una maderita por piso, le tiró que "la naturaleza es misteriosa". Gregor Mendel no existe en ese universo y faltan siglos para que Eduardo Stark juegue al genetista, así que la reina se fue con Ser Tristón (que lleva DIEZ AÑOS trabajando para ella) y aprendió que no se puede escupir para arriba.
El que andaba con ganas de escupir para abajo ("y no es saliva, gordito") era su hijo mayor, Cuscarien, que andaba queriéndose mucho en el borde de la ventana. La posterior invención de las cerraduras cambiaría la vida de todos los adolescentes de Westeros. Aliciente le dijo, bueno, primero que se tapara las partes, y después que empiece a preocuparse por su futuro, porque si su media hermana llega al trono, va a querer deshacerse de todos los candidatos al mismo puesto. Hablando de medias... sería más higiénico que se consiguiera una.
Este episodio tuvo dragones y mazamorras (aunque la de Cuscarien se cortó en plena batida). Un dragón rojo anticipó la aparición de Diabólicon, que sigue iguáliton que hace DIEZ AÑOS. Y un dragón verde enorme como Godzilla resultó estar bajo el mando de Lanena Rastarion, que ya no están nena, pero que hace cuatro episodios se la querían enchufar a Viseris. Finalmente el que se la enchufó fue Diabólicon, con tanta energía como para encender dos pibas y con un tercer bebé en camino.
La familia de Diabólicon se encuentra en Pentos, donde quieren convencerlos de que se afinquen porque la Triarquía (que todavía no entendí qué mierda es y me niego a googlear) anda consolidando nuevas alianzas y podría amenazar esa ciudad. ¿Qué mejor que tener unos dragoncillos para defenderla? En serio, la gran falla de la serie es no establecer mejor a los antagonistas externos. Don Cangrejo puso dos muecas feas y sirvió solamente para ser desmembrado. Y cada vez que se menciona a la Triarquía solo puedo pensar en una batería de murga.
Tamadre, por empezar a escribir temprano estoy estirando demasiado las cosas. Es que tomé apuntes como si no hubiera un mañana. Y si las grandes compañías no controlan sus emisiones, no lo habrá. Me puse ecológico, debo estar un poco mamado de sueño. ¿Por dónde iba? Ah, los nenes jugando a las luchas en el patio, bajo la atenta mirada de Ser Tristón y Ser Manito (hijo de la Mano y padre de los morochos). Manito se puso del lado de uno de los hijos de Heredarien en una pelea, y Tristón tiró un "Así solo defendería a un primo, un hermano o un... pausa dramática... (sí, en mi versión Tristón dijo las palabras "pausa dramática") hijo". Y Ser Manito se sacó loco y lo descaró, pero no del todo. Esto hizo que su padre Don Mano, le dijera que disimule un poco o los van a desterrar a todos en el mejor de los casos y matarlos en el peor. O al revés, porque si andás con la uña encarnada hecha un fuego como yo en estos días, prefiero que me maten a que me destierren. Imaginate andar caminando hasta el destierro con este dolor en la uña. Ni en pedo. Tendría que pedir hora con la podóloga, pero estoy en fin de mes, hace como quince días, y creo que voy a esperar a los primeros días de octubre para escribirle. Esta sucesión de pensamientos sin importancia me hacen dar cuenta de que efectivamente, me estoy quedando un poco dormido. Solo un poco.
Cuestión que Heredarion se quiere ir a la mierda, al mar, a donde sea, acompañado de Ser Vicial. Y Heredarien le ordena que se quede, porque sería peor y aumentarían los rumores. ¿Se acuerdan cuando Cersei se refería a los rumores de que se trincaba al hermano onda "dejalos que hablen"? Esos eran reyes. Y ni siquiera eran Incestarien. Eran Lannister y se la re bancaban.
Ah, no mencioné que Diabólicon este episodio fue un rubiecillo domado. Si bien curtió una onda parecida a la del cuadro maligno de Cazafantasmas 2, ya no es aquel rubio loco que te mandaba pinchar las ruedas del auto. Al lado del repartidor de pizzas de Loco por Mary (Ser Tullydo) es un nene de pecho. Si hasta enviudó en pleno episodio y no se le movió un pelo. Aunque eso puede ser por llevar una peluca de Superfiestas. El Photoshop también es de Superfiestas.
Hubo reunión de la Mesa Chica del rey, con Heredarien de un lado y Aliciente del otro tirándose dardos envenenados ME DUERMO ¡eso! ¡Vamos, escritor! Vuelven a discutir el problema en Pasopiedras (o como mierda le hayan puesto los traductores a Steptones... seguro fue Pasopiedras). La hija quiere fortificar, la esposa dice que no hay plata, el rey (o alguien más, no anoté) dice que las guerras son más caras. Uh, me estoy durmiendo en serio. De todos modos la princesa le pide perdón a su madrastra y quedan amiguis. Tanto, que le propone casar a su primogénito Jacinto (pero escrito Jaecaentaerys) con la hija de ella, para volver a unir el reino. "Lo vamos a estudiar. Cualquier cosa te llamamos", fue la repuesta de Aliciente. La conversación terminó de forma incómoda, cuando el torso de Heredarien hizo lo que Cuscarien no logró por la interrupción de su madre.
En privado, Aliciente le dijo a Viseris que ni en pedo aprobará ese casamiento, porque, como dice el refrán, "antes muerta que consuegrilla". Ahí nomás llegó la Mano Fuerte (ese es su apellido) a presentar su renuncia debido a la sombra que hay sobre su casa. Pero no se animó a decir con todas las letras qué es lo que está pasando (lo de Ser Manito Fuerte con la princesa) así que el rey no le aceptó la renuncia. Sí aceptó que se lleve a Ser Manito al castillo de Harrington por la piñata en el patio de recreo del otro día. Esa misma noche, Ser Tullydo Fuerte siguió tirando pálidas a la reina, mientras elaboraba un plan.
Lo mejor del episodio de este domingo fue el crossover con DC Comics, ya que Tullydo Fuerte bajó al calabozo y le propuso a un montón de asesinos y traidores la posibilidad de salir libres a cambio de cumplir una pequeña misión (y un procedimiento médico para tenerlos a raya). Gran precuela medieval y con dragones de El Escuadrón Suicida, ya saben, el cómic en el que les proponen a asesinos la posibilidad de salir libres a cambio de cumplir una pequeña misión. Con un procedimiento médico para tenerlos a raya. Carísimo me salió el siguiente Photoshop. Como 15 minutos de sueño.
Bueno, les cortó la lengua a los presos para que no boquilleen. No existían las bombas implantadas en el cerebro. Falta menos, pero un montón. ¡Otro parto! El tercero de la noche del domingo, y el que no terminó bien. Lanena no lograba dar a luz y Diabólicon se enfrentaba a una nueva decisión, como la de su hermano en el primer episodio. Antes de eso, la mismísima Lanena fue caminando (con dificultad) hasta su propio dragón y después de insistirle seis veces, logró que la prendiera fuego. Si el bebé era Garcarien, ¿no debería sobrevivir a las llamas?
Heredarien, Heredarion y los hijitos de Ser Manito se tomaron los vientos. En ese castillo sobran las pálidas y será mejor radicarse en Piedragón (no sé dónde queda, no pregunten, busquen en el mapa). Ahora sí, las llamas. En el castillo de Harrington, prendido fuego por los muditos y matando en la misma volada a Mano y Manito, si es que entendí bien. Cuando se enteró el rey... bueno, ya casi que no puede hacer nada salvo babear y tomar malas decisiones. Cuando se enteró la reina... le dio un poco de culpita. "Che, Tullydo, esto no era lo que yo quería" y él "Tranqui, ya me vas devolver el favor en algún momento".
Medio que por ahí empezaron a correr los créditos, ¡y con eso se nos fue un nuevo episodio. Como de costumbre, adjunto el botón para colaborar con la causa. Cero presión, las reseñas van a llegar, de cualquier forma (y de cualquier forma). Ahora sí, a dormir un ratito que ya estoy empezando a ver doble. ¡Cuatro Krustys! Valar Pernoctulis y hasta el lunes que viene.
1 comentario:
Brishante ... como siempre.
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