
Varias actividades se llevan la mayoría de mis mediocres pensamientos. Las frases cortas van a facebook. Las de actualidad a la columna quincenal. Las de noticias a los dos formatos de Los Informantes. Así que lo único que va quedando es la escritura automática. Allí voy.
Escribo estas líneas desde el otro lado de un telón rojo, que de este lado es blanco. Cero glamour. Como la segunda cortinita del baño, la más finita y fea, que junta hongos y cada tanto se tira. Me traje la computadora porque son muchas horas de ocio y nada mejor que sentirse conectado. Sería importante encontrar al menos un tema de conversación.
Ya lo tengo. De verdad, lo tengo. El otro día fui a ver Gigante, porque la dirigió mi cómplice televisivo de tantas horas, y la protagoniza una compañera de trabajo. No voy a hacer una reseña de la película sino de los cortos que la precedieron. Una poronga los cortos.
O sea, siempre hay alguno que te gusta, y otro que no te gusta. Lo que nunca me había pasado fue ver dos cortos de la misma película. No, no exactamente de la misma película, pero sí. No me gustó cómo me quedó escrito, pero no hay vuelta atrás. Sólo se puede apretar "delete" para corregir un error de tipeo.
Así que lo explico de nuevo. Me acomodé en la butaca y arrancaron los cortos. El primero de ellos era el de la última película de Natalia Oreiro. La historia de una ejecutiva que queda embarazada y el padre de la criatura se hace humo. Entonces aparece la madre de la ejecutiva a conocer al padre, y justo pasa por ahí el banana de Peretti y ¡zas! "Él es el padre". Hilarante. Pero no me crean, créanle al video.
Quise cortarme las pelotas con unas papitas Pringles, pero el destino tenía otra sorpresa esperándome a la vuelta del rollo. Porque el segundo corto era el de la última película de Sandra Bullock. La historia de una ejecutiva que queda indocumentada. Entonces aparecen los jefes de la ejecutiva, y justo pasa por ahí el banana de Deadpool y ¡zas! "Me voy a casar con él". Hilarante. Pero no me crean, créanle al video.
Imagínense mi ira contenida. Porque siempre está contenida; el día que la largue, otra que Michael Douglas y la escopeta recortada.
No pierdan el tiempo fijándose qué película fue filmada antes. El recurso es añejo. Lo utilizaron en todas las ficciones televisivas que se precien de tales, con todas sus variaciones. La joda de la falsa pareja en la cama, por citar un ejemplo, la usaron los Simpson en el capítulo de la boda de Apu con Manjula, cuando caía la madre de Apu y éste se hacía pasar por esposo de Marge.
La dejo por acá porque tengo que salir al escenario. Adieu.
10 comentarios:
Ah, creí que eras como el padre Mario, que tenía bilocación.
Evidentemente tenes algo contra Natalia Oreiro...o sea, pusiste 37 segundos de la naty, y como...muchos minutos de la bullock...seguro premeditado...en fin...
chucu
ser humano despreciable: seguí escribiendo acá.
Yo no compro la diaria
Las de El País las sigo y... en fin.
saludos
Si te meté con Peretti te picamo.
Mirá que sabemo dónde standupeás.
Puede haber conflictos diplomáticos con España si este blog muere...
Conozco el momento patológico que atravesas, creo que cualquier blogger promedio lo pasó. En este momento no te dan ganas de seguir reviviendo el fuego del blog, por eso crees que está en sus últimos momentos. Pero en estos momentos es cuando tenés que acordarte de los avisos de Coca Cola y los viejos esos que cuando tienen 102 años se dan cuenta que les gusta la vida.
Saludos, y el blog no duerme... espera.
Otra imagen de la decandencia de la sociedad
Hace como los muchachos de LIA y actualiza cuando puedas.
Que mal timing que tienen estas peliculas, se supone que tienen que salir una atras de otra, para mantener a el publico que consume esta basura loco de la vida
JAAAAAAAAAAA
la última escena en el trailer de the proposal me causó tal carcajada que escupí el monitor.
Publicar un comentario