Peritonitis

"Primero se llevaron a Gabriel Calderón, pero a mi no me importó porque yo no soy Gabriel Calderón..."

Así arranco este post serendipítico. En la misma semana que Sábado Show decidió dedicar una nota a las manifestaciones cibernéticas de varios artistas (y las mías), motivado por el cierre del fotolog de Gabriel Calderón (que tuvo su propia mini-campaña en contra de esa medida autoritaria), van y me cierran el mío, www.fotolog.com/apendicedechuck.

La culpa no es ni de Gabriel Calderón ni de Sábado Show, que sistemáticamente me viene colando entre sus páginas (quizás como forma de disimular que jamás me tuvo en tapa). Ellos no "levantaron la perdiz". Mi fotolog no molestaba a las altas esferas de poder. De hecho la mayoría de las imágenes eran de comics. Pero puse una foto muy pistola, de dos mujeres que no revelaban partes obscenas de su anatomía, jodiendo entre ellas. Una pelotudez que no voy a reproducir en este medio, para crear la leyenda de "la foto de las dos minas que cierra fotologs". Si alguno de ustedes la encuentra en internet, tenga cuidado.

Antes de volver a mis variopintas tareas cotidianas no quería dejar de plasmar lo que sentí en el momento de enterarme la "cruel" noticia (si "cruel" significara "que afecta poco, o muy poco"). ¿Recuerdan las cinco etapas del dolor? Negación, ira, negociación, depresión, aceptación. Bueno, yo también pasé por ellas, en un período de dos minutos y medio de tiempo.

Negación. Qué imbécil, escribí mal la dirección y por eso en vez de mostrarme el fotolog, aparece un candado.
Ira. La concha de la lora. Estos hijos de siete mil putas me cerraron el fotolog.
Negociación. Les escribí un mail diciendo lo ridículo que me parecía que no hubiera siquiera una advertencia. Me mandaron una respuesta automática. Cotorrudos.
Depresión. Cómo puede existir esta clase de mojigatos en pleno siglo 21 es algo que no me explico. La foto realmente era una pelotudez. Así estamos como estamos.
Aceptación. Al fin y al cabo, los fotologs son una garcha nuclear. Lo único que lograron en todo este tiempo es animar mi espíritu completista, donde yo trataba de no olvidarme de subir cualquier pelotudez cada 24 horas.

No quiero atajarme, pero sí sería penoso que tal censura exagerada se hiciera eco en los blogs. No por éste en particular (queda más que claro que no tengo la necesidad de escribir acá), sino porque la libertad de expresión, tan escasa en el mundo real, parecía encontrar su pequeño espacio en la superautopista de la información.

No creo que me devuelvan la cuenta. Si no se la devolvieron a Calderón, que la peleó, no me la van a devolver a mí, que les mandé un mail solamente para no quedar como el tipo que se deja tocar el culo. A mí (casi) nadie me toca el culo, ¿está claro?

A ver cómo les explico a los inquisidores estos. La razón por la que cree el blog, hace más de dos años, era porque uno precisaba conocimientos de ingeniería para subir una foto en Blogger.

Hoy en día, si tengo alguna imagen interesante para subir, ¿saben lo que voy a hacer? LA VOY A SUBIR EN MI BLOG, PELOTUDOS. Dios mío, quizás hasta suba MAS DE UNA IMAGEN EL MISMO DIA. ¡Inautido! ¿Y la comunidad fotologuera? My ass. En más de dos años nunca agregué a nadie a los favoritos.

Gracias por todo, Fotolog. Fue bueno mientras duró.

Ni tanto.

(Actualización: a los realmente curiosos que quieran ver un fragmento de la tan controvertida foto, todos los fotologs que me tenían en favoritos siguen mostrando parte de ella. Es sólo cuestión de buscarme en la lista completa)